Biografía

Nació en Madrid, pero desde hace años vive junto al mar de Almería. Tal vez por ser de ciudad, desde pequeña sintió pasión por la naturaleza. Le gusta también el cine, el teatro, estar con sus amigos y tener un libro en las manos. Y, sobre todo, los niños y la poesía. Tiene más de setenta libros publicados y piensa seguir escribiendo hasta que sea viejecita.

2 de noviembre de 2007

EL MOLINO DE LA BELLA QUITERIA

RECUERDO

Recuerdo el brillo exacto de tus ojos.
Tú siempre me mirabas
desde un mar diferente donde hervía
la rota claridad de mil espejos;
desde un océano ajeno a la costumbre
-inédito y cambiante entre los párpados-
que anegaba de luz las horas lentas
de las tardes azules compartidas
al sol de la barraca.

Y me hablabas de cosas
que en otro tiempo fueron ilusiones
y el aire era el archivo
de todos los silencios que en los ojos
quedaban expresados.

Sentíamos palpitar la luz del campo
como algo que era nuestro
y su profunda calma descubierta
insinuaba la voz de nuestra hondura
llevándola de nuevo hacia el encuentro.

Recuerdo aquellas horas
como un cristal traslúcido, enmarcado,
borroso por la pátina del tiempo.
La sombra de los pinos,
el olor del romero,
el ocre de los cerros distanciados,
la roca grande donde repetíamos
el último ademán de la caricia
y aquel rumor del viento
que escribía con monótonos sonidos
las palabras que nunca imaginamos
pronunciar como nuestras
por parecernos torpe la ternura.

Quizá algún dia que hablemos del entonces
te cuente como eran
las estrellas de aquellas madrugadas
en que no me dormía
pensando en el mar tibio de tus ojos.
como las horas eran campanadas
en la lejana torre.
Como la brisa terca, estremecida,
me reiteraba aquel olor a campo
gozado por la tarde
sin notar su presencia.
Como, muy lentamente,
la noche iba aclarando sus tinieblas
hasta volverse de un añil rotundo
y el sol iba dorando
los perfiles gastados de los montes,
la marca horizontal de los barbechos
y el silencio abrazado a la mañana.

Ha ido pasando el tiempo y hoy estamos
a través de distancias
agotando las luces que encendimos
-inútiles hogueras imprevistas-
con unos años más en nuestros ojos.

Quizá se han apagado los espejos
y el mar de tu mirada
es solo un vano gris de plata mate.
Incomprensiblemente
ese cristal borroso del recuerdo
me hace vivir en ti cuando refleja
mi fondo inacabable de nostalgia.

Primer premio de poesía 1987,
Molino de la Bella Quiteria de Munera- Albacete.

1 comentario:

Un amigo que te conocio en Munera. dijo...

Naciste poeta , vives como poeta y cuando te marches y ya no te esperemos nos queda tu amplisima obra para que no te olvidemos.